Las pulgas y garrapatas son una de las preocupaciones más grandes que tenemos todos los que vivimos con un perro. No solo son molestas a causa de la picazón que causa su picada, sino que también pueden causar otros problemas como anemia, alergia, infecciones en los lugares de picada, erlichiosis o tifus por nombrar algunos. ¿Y lo peor de todo? ¡Nosotros también podemos contagiarnos!
Tanto las pulgas como las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de sus hospederos y se reproducen rápidamente y en grandes números. Los huevos de ambas necesitan temperaturas cálidas para desarrollarse y pueden quedar en el ambiente por mucho tiempo esperando el clima ideal. Es por esto que, a pesar de que las vemos durante todo el año, es durante las primavera cuando comienzan a aumentar y a ser mucho más comunes. ¡Y solo necesitan 1 día de calor para empezar a nacer!
Los parques, plazas, cerros y zonas con alta población de perros sin dueño son los lugares de mayor riesgo de contagio de estos parásitos. También nuestra misma casa puede convertirse en un foco de contagio si no tomamos las precauciones necesarias. Pero no te asustes, no es necesario encerrar a nuestro perro en una burbuja.
Una buena manera de prevenir o tratar el contagio de pulgas y garrapatas es estando al día con la aplicación de un antiparasitario externo. En el mercado existen un sinfín de alternativas entre las cuales podemos encontrar shampoos, collares, comprimidos, sprays y pipetas. Las diferencia entre estos, además de la presentación, estará en los fármacos que utilizan, el tiempo protección que otorgan, la marca o las condiciones que requiere para poder aplicarlo, y realmente no hay un solo “mejor producto” sino que dependerá de cada situación.
Por otro lado, también existen productos contra las pulgas que no dependen de químicos. Los Repelentes de pulgas electrónicos generalmente funcionan mediante a ondas ultrasonicas que mantienen a las pulgas alejadas. Cabe destacar que esta opción no funciona como desparacitante, si no de manera preventiva.
Asegúrate de hablar con tu veterinario para que te asesore sobre la mejor alternativa para tu perro, porque no será lo mismo tratar a un perro que nada todos los días en ríos, acequias o el mar, que tratar a un perrito con insuficiencia hepática o a una camada de recién nacidos que recogimos de la calle. En cada caso deberemos encontrar el producto más adecuado y para eso es indispensable la asesoría de un profesional.
OJO: cada cierto tiempo vemos en redes sociales información que habla en contra o a favor de un producto, a veces con campañas bastante potentes pero con poco sustento real por lo que siempre será mejor que consultes con tu veterinario de confianza sobre los riesgos y beneficios de algún producto.
Además de usar productos para tu perro, recuerda que los huevos van a quedar en el ambiente, por lo que la limpieza de tu casa es de suma importancia. Asegúrate de lavar las camas o mantas de tus perro, barre y desinfecta el lugar con regularidad y si aún así crees que hay pulgas o garrapatas en el ambiente, fumiga la zona con un producto adecuado.
¡Y no te olvides de revisar a tu perro! La primera línea de defensa frente a estos molestos invasores seremos siempre nosotros. Revisa a tu perro luego de los paseos pasando tus dedos por el pelaje de tu mascota en contra de la dirección del pelo, separando el manto y observando la piel donde serán visibles estos parásitos.
*Si encuentras una garrapata, no la saques tu ya que se afirman a la piel con un fuerte aparato bucal que puede causar importantes lesiones de ser sacada de manera incorrecta.
Dra. Carmen Arroyo - CDBC
Médico Veterinario
Diplomado Etología Clínica en Animales de Compañía
Consultora Certificada de Conducta Canina - IAABC