Cómo bañar a tu perro paso a paso

Bañar a tu perro puede ser una odisea si no le gusta, pero con unos simples trucos puedes lograr que sea una experiencia más agradable.

¿CADA CUÁNTO HAY QUE BAÑAR A UN PERRO?

Una de las preguntas más comunes que nos hacemos, es cada cuanto hay que bañar a los perros. Esto depende del tipo de pelo de tu perro y de la actividad que realice: los perros de pelo corto y de ciudad necesitarán bañarse menos que los perros de pelo largo y de campo.

El ciclo de renovación de la piel de los perros es de 21 días, por lo que veterinarios y peluqueros caninos suelen recomendar el baño una vez al mes como frecuencia ideal. Si eres de los que prefieren bañar al perro una vez cada semana, recuerda que debes hacerlo con una buena marca cosmética (tanto para el lavado como para el acondicionado), para evitar dañar su piel y pelaje.

Si tu perro es un cachorro, recuerda que es aconsejable esperar hasta finalizar el periodo de vacunas para bañarlo. De esta forma evitas que sufra una baja de defensas que pueda ocasionar un resfriado o algo más grave como el moquillo.
Si usas antiparasitarios en formato pipeta, recuerda que no podrás aplicársela hasta dos o tres días después del baño. Además, hay algunas pipetas que pierden efectividad si el perro se moja, así que antes de bañarlo lee bien las indicaciones para ver su plazo de efectividad.

¿PUEDO BAÑAR A MI PERRO CON SHAMPOO PARA HUMANOS?

No es recomendable que bañemos a nuestro perro con shampoo para humanos, porque el PH es distinto, lo que significa que las características y necesidades de nuestro pelo y piel son diferentes, además su uso puede provocar problemas dermatológicos en nuestro perro.

Según el tipo de pelo y piel de tu perro, necesitarás un shampoo diferente: para pelo blanco, negro, liso, rizado. También existen tratamientos capilares especializados para pieles sensibles, alergias y antipulgas/antigarrapatas. Sea cual sea el jabón que elijas, intenta que el olor no sea muy intenso para que tu perro no esté incómodo tras el baño. Y, si tienes dudas a la hora de elegir el producto más adecuado para tu perro, pregúntale a tu veterinario.

Nosotros recomendamos toda la línea de limpieza de la marca Neozelandesa Washbar, son 100% naturales, sin sulfatos ni paralelos y completamente biodegradables. Encuentra el shampoo perfecto para tu perro acá. Tras bañarlos, los perros quedan con un suave y agradable olor a lavanda.

PASO A PASO DE CÓMO BAÑAR A UN PERRO

1. Darle un buen cepillado antes del baño, para eliminar el pelo muerto. Así nos ahorramos terminar con la bañera llena de pelos y esparcirlos por el baño cuando nos toque secarlos.
2. Preparar el espacio del baño según las necesidades de nuestro perro. Si es un perro mediano/grande, podemos hacerlo en la bañera o en la ducha; si es un perro pequeño, mejor en un lavamanos. El agua tiene que estar tibia, para que no pasen frío durante el baño.
3. Mojarles todo el cuerpo, con una intensidad de agua suave y siempre con mucho cuidado. Si tu perro tiene miedo, empieza por las patas y ve subiendo poco a poco, hablándole tranquilamente. Es recomendable no mojarles la cabeza directamente porque les molesta y puede entrarles agua en las orejas (lo que puede llegar a generar una infección). Es mejor mojar la cabeza con las manos.
4. Enjabonarles todo el cuerpo, evitando los ojos, el hocico. El truco para que disfruten del baño es darles un buen masaje, para que se relajen y asocien el baño con una experiencia placentera. Insiste bien en las patas y las almohadillas porque es donde suele haber más suciedad.
5. Sacar todo el jabón, intentando que no quede ningún resto del producto por el cuerpo para evitar suciedad e irritaciones. Si después de sacar todo el jabón el agua sigue saliendo sucia, vuelve a enjabonarlo.
6. Sécalo bien, primero con la toalla y después con un secador. Cuando está mojado, el instinto de tu perro es sacudirse, así que no te enojes y déjalo porque es la mejor forma que tiene para eliminar la humedad. Si tu perro le tiene miedo con el secador, puedes bañarlo sólo los días que hace calor para que se seque tranquilamente al sol; pero es recomendable que vayas a acostumbrándolo poco a poco al ruido del secador para quitarle el miedo.

Post sacado del blog Romeo y Gara.